Cuando el bebé se presenta de nalgas, es lo habitual programar la cesárea. Sin embargo, esta no es la única opción posible. La mamá debe informarse de todas las alternativas para poder elegir, a conciencia, la que mejor se adapte a sus deseos y necesidades. En este post, te acercamos otra nota del doctor Santos Leal para la revista Tu Bebé.
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En la inmensa mayoría de los casos, no existe un motivo concreto por el cual un bebé se ubica de nalgas, aunque se cree que algunos factores pueden influir, como la forma del útero o la pelvis, la situación de la placenta y la tensión física/emocional de la madre.
Según las estadísticas, en la semana 35 aún el 6% está de nalgas y en la 40 la proporción baja a un 3%. Sin embargo un bebé de nalgas puede rotar en cualquier momento, inclusive durante el parto.
A partir de la semana 34, es posible intentar ayudar al bebé a cambiar de posición:
- Baja de la actividad laboral (para evitar el estrés)
- Actividades que aporten relajación y disfrute (masajes, yoga para embarazadas, natación, caminatas, sesiones de relajación o cualquier otra que resulte placentera para la mamá)
- La moxibustión (especialidad de la medicina china que estimula ciertos puntos del cuerpo con calor) puede ser eficaz (se recomienda consultar con un especialista en medicina china)
- Versión externa (efectuada por un obstetra u obstétrica con experiencia). Esta maniobra registra un éxito de 1/3 en primerizas y de 2/3 en embarazos siguientes.
- Intentar un parto vaginal.
- Planificar una cesárea una vez iniciado espontáneamente el trabajo de parto.
- Programar una cesárea.
- Que la cabeza quede atrapada una vez que el resto del cuerpo ha salido, derivando en la necesidad de efectuar maniobras manuales, fórceps y hasta una cesárea (extremadamente dificultosa en esa instancia).
- El prolapso de cordón (que el cordón sala antes que el bebé), menos frecuente y más complicado en la situación de nalgas puras y a la inversa (más frecuente y menos complicado) cuando asoma primero uno o ambos pies.
Las condiciones de asistencia al parto que parecen ser las más favorables para un parto vaginal de nalgas son:
- Que el comienzo del parto sea espontáneo (no inducido mediante hormonas ni provocado con la maniobra de Hamilton).
- Que no se estimulen las contracciones con goteo de oxitocina.
- Que la mujer esté en conexión con su cuerpo, en un ambiente de calma y en situación emocional de poder y seguridad.
- Que si estando la mujer claramente de parto no progresa adecuadamente, se facilite la cesárea.
- Que no se rompan artificialmente las membranas.
- Que se restrinjan al mínimo las exploraciones vaginales (para disminuir el riesgo de ruptura de membranas antes de que las naglas estén apoyadas y por consiguiente evitar el prolapso de cordón).
- Que se realice una exploración vaginal o monitorización adecuada una vez rotas las membranas en forma natural, para descartar un prolapso de cordón.
- Que se anime a la mujer a adoptar postura libre, sugiriendo cuclillas o cuatro patas (para favorecer la posición correcta del dorso del bebé).
- Que no se realice episiotomía de rutina (para favorecer la presión del fondo del útero y evitar así malposiciones de la cabeza y los brazos).
- Que se procure que el bebé nazca por propulsión y nunca por tracción.
- Que en el momento del parto el peso del bebé estimado por ecografía sea menor de 4 kg.
- Que el diámetro de la cabeza sea menor de 96mm.
- Que se presente de nalgas puras o bien con las nalgas y ambos pies en el mismo plano.
- Que la cabeza esté flexionada sobre el pecho.
- Que el bebé no tenga anomalías anatómicas.
- Que la pelvis de la madre sea adecuada (condición que se cumple si ya ha tenido otros partos vaginales).
- Si es programada, implica sacar al bebé del útero antes de que éste de señales de estar en condiciones de salir, lo cual sugiere mayor probabilidad de que sufra trastornos graves.
- Implica someterse a una operación cuya convalecencia no es la condición ideal para atender a un recién nacido (especialmente si también hay hijos mayores a quien cuidar).
- Predispone al bebé a ciertos problemas respiratorios.
- Dificulta el correcto establecimiento del vínculo y la lactancia.
- Aumenta la probabilidad de depresión post-parto.
- Si la mujer quiere tener más hijos, la cesárea puede convertirse en una dificultad.
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Si querés leer la nota original visita el link http://docs.google.com/View?docid=dfxgmmxk_84m8p98fj.